La violenta erupción del volcán de Fuego, el domingo pasado, que deja ya 110 muertos, mantiene en alerta máxima a Guatemala porque el coloso se resiste a volver a la calma, y las brigadas de rescate reanudaron el domingo la búsqueda de más víctimas.
El lunes entrarán en la zona cero sobrevivientes acompañados de cuerpos de socorro, expertos internacional y el Ejército, en busca de sus familiares desaparecidos. El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, también anunció que se pidió el acompañamiento de la OEA para “transparentar” la ayuda internacional que se está recibiendo de la comunidad internacional para los 1,7 millones de afectados.
Además, para que analice si hubo alguna negligencia de autoridades en la evacuación de los habitantes de las zonas afectadas por la actividad volcánica. El coloso, situado a 50 kilómetros al oeste de la capital, entre los límites de los departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez y Escuintla, amaneció este domingo con hasta nueve explosiones por hora.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insvimeh) el cono de 3,763 metros de altura, que en los últimos días ha generado lahares y flujos piroclásticos, también mantiene gruesas columnas de humo que alcanzan 4,800 metros sobre el nivel del mar.
Expertos del Insivumeh realizaron el domingo un sobrevuelo por las faldas del volcán de Fuego para verificar las condiciones en las que se encuentra, pero no han emitido ningún informe.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército, por su lado, comenzó con los trabajos de limpieza y mejoramiento sobre el río El Gobernador en la aldea Santa Sofía, del municipio de Yepocapa (Chimaltenango) afectado por el descenso de los lahares. El Gobierno anunció el domingo que con el apoyo municipal y de la Iglesia Católica construirán un gran albergue en un terreno del departamento sureño de Escuintla para acoger a más de 650 damnificados por la erupción. La ministra guatemalteca de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel, por su lado, mantuvo una reunión con los médicos de Israel que ayudan a su país a superar la emergencia.
Miles de guatemaltecos pidieron anoche la renuncia del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, por la “ineptitud” e “incapacidad” de su administración para hacer frente a la emergencia y atender a los afectados. Según los manifestantes, toda la ayuda tanto nacional como internacional que se ha recibido no ha sido entregada a los afectados por la actividad del volcán.