El Gobierno de Estados Unidos comenzó ayer una ronda de negociaciones bilaterales con Colombia y Brasil para acordar cómo se hará la entrega de los cientos de toneladas de alimentos de primera necesidad que ya comienzan a llegar a la frontera de Venezuela. Según ha dicho la agencia de asistencia humanitaria estadounidense, USAID, esa ayuda no es sólo para los casi cuatro millones de refugiados en países vecinos sino también para quienes se encuentran en riesgo de desnutrición dentro de Venezuela.
La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó este martes la estrategia para que la ayuda humanitaria que han ofrecido gobiernos extranjeros empiece a entrar en la nación caribeña, algo a lo que se ha negado en reiteradas ocasiones el Ejecutivo de Nicolás Maduro.
EE.UU. está diseñando la apertura de corredores humanitarios para los que necesariamente debería movilizar tropas propias o de sus aliados, si es que, como parece, el régimen de Maduro va a mantener cerradas las fronteras.
En un principio, Trump quería verse con los presidentes de Brasil y Colombia antes de anunciar ninguna decisión respecto a Venezuela. Sin embargo, el jefe de gobierno brasileño, Jair Bolsonaro, se encuentra en la unidad de cuidados semi-intensivos por una aparente infección contraída por las secuelas del apuñalamiento que sufrió el pasado año. La semana que viene sí visitará Washington el presidente Colombiano, Iván Duque.
La cumbre bilateral prevista entre Trump y Duque, coincidirá con la conferencia de donantes que se celebrará en la Organización de Estados Americanos y con la que el nuevo Gobierno interino de Venezuela, al que reconoce ya la inmensa mayoría de países democráticos, espera recaudar cientos de millones para alimentos y medicinas. De momento, EE.UU. ha donado 17 millones de euros y Canadá, 35.
Uno de los puntos de debate con los aliados es que, en virtud del presupuesto de Defensa aprobado para 2019, el Pentágono dispone de margen financiero para «seguir trabajando con el Gobierno de Colombia y otros socios regionales para ayudar a los refugiados de Venezuela y solucionar esta crisis». EE.UU. cuenta con que cualquier misión humanitaria en Venezuela sería vetada en el Consejo de Seguridad de la ONU por Rusia y China, informa Reuters, por lo que cualquier acción debe ser acordada de forma bilateral.