Un tribunal ruso ha hallado este jueves a la jugadora estadounidense de baloncesto Brittney Griner culpable de un delito de tráfico de drogas. Ha sido condenada a nueve años de cárcel. Griner fue detenida en febrero en Moscú y desde entonces ha estado en prisión provisional.
En la vista ante el tribunal de Khimki, el fiscal había pedido nueve años y seis meses de cárcel para la deportista, que cumpliría la condena en una colonia correccional de régimen general, según informa la Prensa rusa. La pena máxima era de diez años. El fiscal también pidió que Griner pague una multa de un millón de rublos, unos 16.000 euros.
La jugadora, de 31 años, ganadora de dos oros olímpicos, fue detenida en febrero en el aeropuerto de Sheremétievo, en Moscú, después de que la policía encontrara dos cartuchos con aceite de cannabis en su equipaje. Su abogado, Alexander Boikov, afirmó que la deportista, que juega en la primera división rusa de baloncesto, reconoció que eran suyos, pero que los llevó a Rusia por error.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, afirmó hace unos días que la Administración Biden abordará con el Kremlin un posible canje de prisioneros, entre los que se encontraría la propia Griner. El otro estadounidense implicado sería Paul Whelan, exmarine y antiguo responsable de seguridad de una empresa privada que fue detenido en 2018 y condenado en 2020 a 16 años de cárcel por espionaje, acusación que él niega.
Ambos «fueron detenidos erróneamente y deberían ser autorizados a volver a sus casas», según Blinken, que se negó a revelar qué ofrece su país a cambio. Según la CNN, Washington estaría dispuesto a entregar a Moscú al traficante de armas ruso Viktor Bout, que cumple en EE UU una condena de 25 años.